La novela española desde 1975: tendencias y autores destacados
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La novela desde 1975 hasta nuestros días:
La crítica literaria considera 1925 como el inicio de una nueva etapa de la narrativa española. Las nuevas condiciones sociopolíticas y culturales se reflejarán en la producción literaria. Será La verdad del caso Savolta (1975) de Eduardo Mendoza la publicación que certifica el comienzo de una nueva etapa que se cierra definitivamente el ciclo de la novela experimental. A partir de este momento se recupera la importancia de los elementos tradicionales del relato unidos al mantenimiento de las nuevas técnicas pero integradas con moderación. Destaca la presencia de temas relacionados con la intimidad, la memoria del pasado, la identidad personal y los sentimientos.
Tendencias narrativas dominantes a partir de 1925:
La novela poética: Aspira a convertirse en un texto creativo autónomo y a difuminar las fronteras con el género lírico. Con marcado tono sugestivo, manifiesta una tendencia a la concentración máxima. Los personajes suelen ser insondables. Abunda el elemento onírico y las referencias a mitos y símbolos. El lenguaje es más sugerente que referencial. Algunos ejemplos son: La isla de los Jacintos cortados (1980) de Gonzalo Torrente Ballester, Madera de boj (1999) de Camilo José Cela o La lluvia amarilla (1988) de Julio Llamazares.
La novela histórica: Plantea la recuperación de los hechos históricos pasado desde distintos puntos de vista: fabulación imaginaria del pasado, proyección del pasado sobre el presente o aprovechamiento de la historia para indagaciones intelectuales y ejercicios de estilo. Algunos títulos de esta orientación son: El hereje (1998) de Miguel Delibes, El maestro de esgrima (1988) de Pérez Reverte, Soldados de Salamina (2001) de Javier Cercas, El tiempo entre costuras (2009) de María Dueñas o El último catón (2001) de Matilde Asensi. Dentro de esta tendencia ocupan un lugar destacado aquellas novelas que abordan la reconstrucción histórica de la guerra civil y la reivindicación de la memoria de los derrotados novela de la memoria. Esta novela presenta un intenso componente de subjetividad y autobiografía, que evoca el pasado para recuperar las vivencias y la identidad de los personajes. Entre todas ellas destacamos: Los girasoles ciegos (2004) de Alberto Méndez, Luz de la memoria (1986) de Lourdes Ortiz, Baetus Iole (1986) de Antonio Muñoz Molina y La voz dormida (2002) de Dulce Chacón.
Novela autobiográfica y autoficción: El auge de la literatura del yo es una de las características del periodo, que se manifiesta en obras como Mortal y Rosa de Francisco Umbral y La escritura o la vida de Jorge Semprún. Enrique Vila-Matas, Javier Cercas, Antonio Muñoz Molina y Rosa Montero utilizan este procedimiento en varias de sus novelas.
Además de estas tendencias se pueden referir otras vigentes en la actualidad como la metanovela, la novela de intriga o la policiaca, la novela psicológica o intimista, la novela lírica, la novela culturalista, micro relatos, autobiografías y libros de memorias. Casi todos los autores citados anteriormente siguen publicando en la actualidad novelas o relatos, publican sus novelas de las editoriales más importantes del país.